Profesión religiosa - Auteuil 2016

El sábado 17 de septiembre, en nuestra “casa madre” en París, dos jóvenes entregaban su vida al Dios del Reino y al Reino de Dios en la Asunción: Cécile (francesa) y Eliane (malgache). La profesión de esta última, dio a la celebración un especial significado, pues es la primera hermana que, entrando en la Congregación de las Agustinas de Nuestra Señora de París, profesa religiosa de la Asunción, tras haberse culminado el proceso de fusión el pasado 12 de agosto.

Fue una celebración bella y emotiva, por la internacionalidad que caracteriza la liturgia de la Capilla de Auteuil, y por la asamblea que reflejaba el enriquecimiento de la Asunción por la unión de las hermanas agustinas, aún con el hábito azul.

Como toda Religiosa de la Asunción, en el momento de la profesión de los primeros votos, añadieron a sus nombres un misterio, recibido como don, experiencia espiritual fundante del misterio de Dios, y al mismo tiempo tarea, en tanto están llamadas a seguir conociéndole y “darle a conocer, amarle y hacerle amar”. Desde ahora, el misterio elegido acompañará el nombre de Cécile de la Trinidad, y Eliane de la Encarnación.

Tras la profesión de los votos, en las manos de Martine, superiora general, cada una de las nuevas profesas, recibieron tres cosas fundamentales para una Religiosa de la Asunción. Martine, les impuso nuestra cruz, símbolo de pertenencia a Cristo en la Asunción; Isabelle, provincial de Francia, les dio la Regla de Vida, que les ayudará cada día en el camino de seguimiento personal y comunitario; y Danièle, superiora general de las Agustinas hasta la fusión, les dio el breviario, con el que marcarán las horas de su jornada con oración de la Iglesia.

La fiesta se prolongó toda la tarde hasta la cena: cantos, bailes, regalos… la felicidad de la entrega desbordaba en el corazón de las jóvenes profesas, de sus familias, amigos… y de las hermanas que las acogemos en esta gran familia.