Inmersión en Tahanan, la capellanía filipina en Madrid

¿Qué es la capellanía filipina? Los filipinos llaman cariñosamente “Tahanan” que significa, hogar familiar. Con casi cuarenta años de vida, desde 1984, la Capellanía filipina, quedó constituida en 1986 bajo la tutela de la Archidiócesis de Madrid y encomendada a la Congregación del Verbo Divino.
Su objetivo es facilitar a la comunidad filipina en Madrid, guía y formación espiritual para ayudar a su incorporación en España, sin perder contacto con sus raíces. La Capellanía lleva “viviendo” en la parroquia del Espino desde hace 25 años. La vida de la Capellanía gira en torno a la Eucaristía dominical, los sacramentos y la catequesis, satisfaciendo los deseos de los filipinos de celebrar en su lenguaje y en las costumbres filipinas. También conscientes de que la fe se vive en comunidad. Las actividades de la Capellanía incluyen la formación religiosa y cultural, así como programas de servicio e integración.

Mi inmersión en Tahanan comenzó en septiembre de 2021 cuando empecé a asistir a la misa dominical y conocer al capellán (un filipino religioso de la Congregación del Verbo Divino) al párroco, un español Claretiano, y las numerosas personas involucradas en el trabajo de la capellanía. Hay clases de español con actividades distintas para facilitar la integración de los migrantes en Madrid como conferencias y viajes culturales conjuntos y peregrinaciones con otros grupos de migrantes, organizados por la Archidiócesis de Madrid.
La celebración comunitaria de la fe y la actitud de servicio hacia los demás, principalmente a los más necesitados, es muy evidente en las misas dominicales en el abundante ofrecimiento de productos secos y víveres para Cáritas. También hay muchas donaciones para las misiones de la Congregación del Verbo Divino en Filipinas.
La Iglesia está con su capacidad máxima según las restricciones del Covid y las misas dominicales son muy festivas con un coro juvenil. La liturgia se apoya en gran medida en las celebraciones filipinas.
Este Octubre, todas las misas dominicales celebran la práctica religiosa, que hay en Filipinas de honrar a la Santísima Virgen María en sus distintas advocaciones; un domingo en honor a la Virgen de Manaoag en Pangasinan, otro en honor de la Virgen del Pilar en Zamboanga. Estas celebraciones unen a las personas en sus devociones comunes y las conectan con sus provincias de origen en Filipinas.
A partir de las misas dominicales y otras actividades, lo que más me llamó la atención, son los grupos de oración, compuestos en su mayoría por mujeres que viven cerca unas de otras. Ellas se reúnen en una de sus casas, los sábados por la tarde para una oración y un encuentro. El nueve de octubre me invitaron a una de estas reuniones. Nos reunimos doce mujeres en un piso de la Glorieta de Cuatro Caminos y comenzamos rezando por sus familiares en Filipinas que murieron de Covid. Después leímos el Evangelio dominical y compartimos nuestras experiencias de fe y de vida. Comprobé como esta sencilla reunión de oración brinda apoyo emocional y afirma la fe de estas mujeres. Cada una de ellas también contribuyó con una pequeña cantidad para ayudar a un miembro cuya familia sufrió un revés económico debido al Covid, su generosidad y solidaridad me dieron esperanza en el futuro.
Vine del Tahanan como una más de entre mi gente, me uní a la reunión de oración como una compañera en nuestro viaje común. Me gustaría que mi presencia fuera un comienzo que fortaleciera nuestra solidaridad con los migrantes filipinos.
Vine del Tahanan como una más de entre mi gente, me uní a la reunión de oración como una compañera en nuestro viaje común. Me gustaría que mi presencia fuera un comienzo que fortaleciera nuestra solidaridad con los migrantes filipinos.