Gracias Hna. Carmen Escribano

Queremos compartir con todos vosotros la monición de entrada en la Eucaristía de acción de gracias de Carmen Escribano y el agradecimiento de Rekha por la vida de Carmen.
MONICIÓN DE ENTRADA PARA LA EUCARISTÍA DE CARMEN ESCRIBANO
Hoy nos reunimos, en torno al altar, de muchos lugares del mundo, para celebrar la Eucaristía, verdadera acción de gracias, y en ella vamos juntos a dar gracias a Dios por la vida de nuestra hermana Carmen.
Carmen ha vivido toda su vida en la Asunción; como alumna en los colegios de Velázquez – Cuestablanca y 44 años como religiosa. Ahora forma ya parte de la nube de testigos que han hecho de Dios su origen y su puerto; ha vivido sus votos y su entrega, al servicio de los hermanos día tras día, hasta el final de su vida.
La palabra de Carmen inspirada en la Palabra de Dios, que nunca muere, ha acompañado a muchas hermanas y laicos. Su coherencia, capacidad, ternura y delicadeza han sido un regalo para la Provincia y la Congregación. En sus múltiples servicios como maestra de clase (Gijón – Santa Isabel), superiora de las junioras en formación teológica en Roma, maestra de novicias y de postulantes, superiora provincial de España, consejera general, superiora de la casa Madre en Auteuil – París-; nunca se reservó nada. Carmen daba vida a aquellas palabras de Sta. Mª Eugenia que afirmaba: “ninguno de nuestros esfuerzos debe ser el último ... porque “El amor no dice nunca basta”. Incluso en los 6 largos años de enfermedad, Carmen vivió siempre el amor y el celo por la extensión del Reino de Jesucristo.
Ha sido una religiosa de todos y para todos: entrañable con su familia, hermana de tantas hermanas, cercana a profesores y amigos de la Asunción. Hoy desde todos los confines del mundo donde está la Asunción nos unimos para dar gracias por su vida y por todo lo que ella nos ha aportado.
Creemos que Carmen ha recorrido bien su carrera y ha mantenido siempre la fe y la confianza, incluso en lo más duro de su enfermedad, donde hemos podido comprobar su entereza y ese saber dar ánimo a los demás.
Carmen, Recorriste los caminos cantándole al amor de tu vida “Juntos andemos Señor Jesús”. Tu palabra, grabada en tu alianza, “fijos los ojos en Jesús”, ha sido sin duda alguna, lo que constantemente dinamizaba tu vida y te hizo ser fuerte, fiel y entregada. Ahora tus ojos ya gozan de la mirada plena de Jesús.
Hoy la Asunción del mundo está aquí en Olivos, en tu Olivos querido. Somos muchos los que te despedimos con inmensa gratitud y los que pedimos que desde el cielo nos sigas ayudando e intercediendo ante María, nuestra madre y ante Mª Eugenia, para que también seamos fieles y coherentes hasta el final.
Gracias por haber sido religiosa de la Asunción “con la mayor plenitud posible”. La Asunción del cielo es hoy más grande. Señor no abandones la obra de tus manos.
Que esta Eucaristía nos ayude a todos a fortalecer nuestra fe y a vivir el Evangelio que Jesús nos dejó para ser todos hermanos en servicio de unos con otros y así mejorar nuestro mundo y hacerlo más justo y pacífico.