El papa Francisco no deja de sorprendernos
El papa Francisco no deja de sorprendernos y el pasado 13 de junio ha publicado su Mensaje para la Primera Jornada Mundial de los pobres, que quiere que se celebre cada año el penúltimo domingo del tiempo ordinario, justo el anterior a la Solemnidad de Cristo Rey, pues, como afirma en su mensaje, “la realeza de Cristo emerge con todo su significado más genuino en el Gólgota, cuando el Inocente clavado en la cruz, pobre, desnudo y privado de todo, encarna y revela la plenitud del amor de Dios. Su completo abandono al Padre expresa su pobreza total, a la vez que hace evidente el poder de este Amor, que lo resucita a nueva vida el día de Pascua”.
Aprovechemos esta oportunidad que nos brinda el papa Francisco para incorporar a las programaciones del próximo curso actividades de reflexión y compromiso social. Pero “no pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida. En efecto, la oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la caridad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangélica.” Hagamos de las actividades de compromiso social que realizamos en nuestros centros lugares de aprendizaje y transformación personal y social.