Encuentro de premonitores en Riofrío
El primer encuentro fue el viernes por la tarde tras superar los atascos de un viernes en Madrid, descarga de maletas y reparto por las diferentes salas y habitaciones en los que nos vamos a instalar... y rápidamente la primera actividad. En grupos de unos veinte nos presentamos y explicamos nuestro papel como premonitores en nuestros colegios e inserciones. Y después a buscar una manera de presentarnos que compartiremos con todos los demás en la velada.
En la cena croquetas, empanadillas, empanadas, ensaladas, bocadillos... traídos desde casa para compartir con nuestros compañeros... Y casi sin tiempo para respirar a la velada. Una velada llena de juegos, de canciones y de bailes. Un ratito de oración para dar gracias por todo lo compartido... y a la cama que el sábado viene muy cargado de actividades.
Comienza el sábado un poco antes de lo que le hubiese gustado a más de uno y de una. Pero con gran puntualidad a las 8:30 estábamos todos listos. Y poco después un momento de oración con una carta de Dios a cada uno y un mensaje muy claro:" Os he creado y cuento con vosotros". Después una dinámica de interioridad en la que pensar qué llevamos en nuestra mochila como premonitores de la Asunción, qué es lo que nunca puede faltar, con qué dificultades nos podemos encontrar.
Antes de comer otra actividad interesantísima: Hay que construir cosas nuevas, estamos aquí para eso, ¿Con qué medios contamos? ¿es importante mi aportación? ¿es importante la aportación de los que aparentemente están contentos solo con ayudar? ¿Por qué compartir la construcción de una casa? Comida, descanso... y a por la tarde del sábado en la que compartimos sobre todo la reflexión de cómo debe ser un monitor de La Asunción. Palabras como empatía, ilusión, compromiso, alegría, sinceridad, sencillez, servicio… , un rato también para compartir la oración del Padrenuestro según el método “Venid y veréis” y por la noche una velada musical como pocas se recuerdan.
El domingo vino con muchas tareas y poco tiempo porque tocaba volver a nuestros lugares de origen. Recogida de las salas, movimiento de colchones, recogida del comedor, de la cocina, las maletas, todo a tiempo para celebrar la Eucaristía con la comunidad y poder volver a Madrid cargados de ideas y de energía para vivir la experiencia de entrega, compromiso y servicio de unos monitores que han demostrado ganas sobradas de ser Asunción, de ser Iglesia y de ¡Hacer lío! como nos pide el papa Francisco.