Mayo, mes de María en el Colegio Asunción Cuestablanca

Una romería llena de flores, fe y alegría

El mes de mayo es siempre especial en el Colegio Asunción Cuestablanca. Como comunidad educativa unida por la fe y el carisma de Santa María Eugenia, celebramos este tiempo dedicado a la Virgen María con diversas actividades en las que participan con entusiasmo nuestros alumnos y sus familias.

Una de las tradiciones más entrañables es la romería en honor a la Virgen, que protagonizan nuestros alumnos de Educación Infantil. Durante varios días, los niños preparan con cariño esta celebración tan significativa. Cada uno trae un clavel como ofrenda, símbolo de amor sencillo y generoso, para entregárselo a María.

La jornada comienza en el patio de Primaria, donde se encuentra una imagen de la Virgen. Allí, antes de iniciar la romería, rezamos juntos un "Ave María", poniendo en manos de la Madre del cielo nuestras intenciones y agradecimientos.

Después, los alumnos de 5 años, vestidos de traje corto andaluz, portan con solemnidad unas pequeñas andas adornadas con flores, que llevan la imagen de la Virgen. Les siguen los niños de 3, 4 y 5 años, cada curso con su propio estandarte, llenando el patio de color, música y alegría. Familias y profesoras acompañan este caminar festivo al ritmo de canciones que los niños han aprendido con ilusión.

Al finalizar la romería, todos nos dirigimos a la capilla del colegio, donde se celebra un momento de oración y recogimiento. Las madres de los alumnos tienen un papel muy especial, participando activamente en esta pequeña liturgia con peticiones, acciones de gracias... Es un instante lleno de ternura y comunión, en el que las flores ofrecidas se convierten en signos visibles de nuestra devoción.

También los alumnos de Educación Primaria se suman a esta vivencia de fe. Por cursos, se acercan al patio donde se encuentra la Virgen, llevando sus flores con respeto y alegría. Allí, tras una celebración sencilla y compartida, realizan su propia ofrenda floral, haciendo presente su amor a María desde su etapa vital.

Cada año, esta celebración nos recuerda que María camina con nosotros, especialmente con los más pequeños. Que su presencia sencilla y cercana nos invita a vivir con fe, alegría y esperanza.