Gracias Javier

Cuatro Décadas de Servicio y Vocación en la Asunción

Acaba de finalizar un curso más en nuestros Colegios. Ya ha tenido lugar el encuentro anual de los Equipos Directivos en Olivos. Estos días de encuentro, de formación y de compartir este año han terminado con un agradecimiento a Javier Platón. Un agradecimiento a Javier por los más de 40 años de servicio en la Asunción.  

Después de toda una vida entregada a la educación en la Asunción llega el momento para Javier de disfrutar de un tiempo diferente, el de su jubilación. Su hoja de servicios comenzó en el tiempo libre, luego en el colegio de Cuestablanca y de ahí al Equipo de Titularidad. De velar como director de secundaria por un colegio a aceptar el encargo de cuidar y desvelarse por los nueve. Parte de su vida ha estado dedicada a ayudar a que la misión de educación ayude a ser en plenitud a los alumnos y que cada docente, cada trabajador, haya podido entregar sus dones al servicio y la extensión del Reino. A continuación, las palabras de Javier:

“Buenos días a todos.

Dar gracias a las religiosas de la Asunción de quienes tanto cariño he recibido y recibo. Cariño, confianza, apoyo incondicional y reconocimiento.  He tenido mucha suerte de vivir y trabajar con ellas. Mi recuerdo especial para Pilar Ruiz y la M. Carmen Escribano que tan presentes siguen en mí. De estos más de cuarenta años en la Asunción, los primeros ¡qué lejanos! Fueron en la Educación del tiempo libre, colonias y campamentos de verano y Pilar.  Y de ahí a Cuestablanca, donde todavía hoy resuena en mi memoria, el silencio sobrecogedor de aquel impresionante edificio en el primer día, las carreras por las rampas, las oraciones de la mañana compartidas en el hall y el clima educativo. ¡Un sueño cumplido! Allí fui muy feliz y pude desarrollar en plenitud mi vocación educadora, muchos buenos recuerdos y muchas satisfacciones. Mi recuerdo especial y entrañable para los compañeros con los que compartí tanto, en Primaria y luego en Secundaria, y el apoyo de la M. Irene, Pilar Cubillo, M.ª Jesús Martínez Facio, la M. Oliva y Ángela, mi querida Ángela.

Y los alumnos: niños y jóvenes, lo que he disfrutado con ellos, lo que he aprendido de ellos. Esta ha sido mi mayor renuncia.

Cuando me propusieron formar parte del E.T, se me vino el mundo encima. Un honor, un privilegio y una enorme carga de responsabilidad, pero siempre una responsabilidad completamente compartida. Y aquí mi recuerdo y agradecimiento para La M. Pilar y la M. Carmen. Comencé con vocación de servicio y ayuda para los Colegios, teniendo como prioridad que nuestros Centros se distinguieran por el buen clima educativo y de familia. Es lo que había percibido y calado tan hondamente en mí cuando llegué a Cuestablanca. La prioridad era conseguir un buen clima laboral, educativo y de familia que dieran cabida a los Proyectos de Misión Compartida, Asunción familias, Espacio Adora y la Pastoral; como eje vertebrador de todos ellos.

Gracias a todas las Superioras Provinciales y sus Consejos:  la M. Dolores, la M. Carmen, Cristina Ocaña, Cecilia y Lola. Siempre sentí que gozaba de su confianza y de su apoyo, sin ellas no hubiera podido llegar aquí.  Una gratitud muy, muy especial, para Ana Pilar, Cristina Massó, Toñy y Cecilia, con las que tanto he aprendido y compartido. Religiosas siempre a la escucha, cercanas, abnegadas, transmitiendo la Alegría, la Pasión del Proyecto de la M. M.ª Eugenia, entrañables.

 

Gracias a Tomás y María, que tanto aportaron al Equipo, y a María, José Luis y Luis Daniel, con los que mucho he compartido y cuánto me han apoyado en los últimos cursos, sin ellos la gestión de la pandemia en los colegios habría sido mucho más difícil. ¡Lo que José Luis me ha ayudado, “aguantado”, y “la paciencia que me ha tenido”! Él todo me lo ha hecho más fácil… Gracias.

Empezamos de cero pensando mucho, reflexionando mucho: elaboración de documentos, unificación de criterios, y visitas a los colegios, donde nos fueron recibiendo y ayudando para poder ir haciendo cuerpo Asunción. La labor ha sido costosa, pero creo que ha merecido la pena. Gracias a todos los Centros por su acogida y disponibilidad para mejorar permanentemente, para admitir ideas, y estar abiertos a propuestas y cambios. Gracias a todos los directores de Centro y a cada uno de los miembros de los equipos directivos a los que tantas veces os he dicho cuánto os admiro.

Y a Inés, sin su asesoramiento, conocimientos, experiencia y claridad de ideas el Equipo no hubiera funcionado como lo ha hecho. Y a los miembros del Economato Provincial.  En todo esto he estado “entretenido” durante estos años…… Y aquí y allí.

Por último, una mención muy, muy especial a Camino, con la que tanto he compartido, vivido, soñado… ¡Gracias de corazón!  La Asunción me lo ha dado Todo y le estoy enormemente agradecido. ¡Cuánto cariño recibido!

Mercedes, mi mujer, forma parte de esta familia y mis hijos también. Ellos siempre han entendido mi trabajo y me lo han facilitado todo. Muchas gracias a los tres: Mercedes, Javier y Álvaro.

Superado este reto, a partir de ahora procuraré seguir viviendo con la mayor plenitud posible. Y me marcho con la seguridad de que este apasionante mundo en el que nos movemos, con todos sus retos y dificultades está en las mejores manos, en las de todos vosotros dispuestos a mantener y difundir el legado de Madre María Eugenia. Muchas gracias a todos”.

Javier recibió palabras de acción de gracias de diferentes hermanas que estaban presentes en Olivos y con las que ha compartido vida y misión.

Toda la Provincia se suma al agradecimiento que se vivió en Olivos por la entrega de Javier. “Yo he actuado a la vista de todos desde mi juventud hasta ahora. (1Sa 12, 2b)”. Ahora empieza un tiempo nuevo, con la satisfacción de todo lo entregado y tanto recibido.  Que la bendición de Dios te acompañe Javier y aliente todos tus deseos para esta nueva etapa que comienzas.